Creé esta innovación porque, como docente y tutor en la I.E. JEC Antonio Álvarez de Arenales de Huayllay, observé una realidad preocupante: muchos de mis estudiantes mostraban ansiedad, desmotivación y dificultades para expresar lo que sentían. Estas emociones, al no ser comprendidas ni gestionadas, se transformaban en conflictos, bajo rendimiento académico y un clima escolar tenso. A diario veía cómo la tristeza o el enojo se manifestaban en silencio, sin que existiera un espacio seguro para hablar de ello. Los tutores, aunque comprometidos, carecíamos de herramientas ágiles que nos permitieran conocer en tiempo real el estado emocional de nuestros estudiantes. Las fichas en papel o las conversaciones ocasionales resultaban insuficientes. Fue entonces cuando decidí unir la educación emocional con la tecnología, creando el “Diario de Emociones”, un sistema digital que convierte cada registro en una oportunidad de acompañamiento. Mi propósito fue diseñar una herramienta sencilla, accesible y significativa que ayudara a los estudiantes a reconocer, nombrar y regular sus emociones, y a los docentes a intervenir con información precisa y oportuna. Esta innovación busca fortalecer la empatía, el respeto y la convivencia, pilares fundamentales en nuestra comunidad educativa. Hoy, el Diario de Emociones no solo ayuda a prevenir conflictos, sino que también ha transformado la forma en que los adolescentes se miran a sí mismos y se relacionan con los demás.
En la práctica, la innovación “Mi Diario de Emociones” se vive día a día en las aulas de la I.E. Antonio Álvarez de Arenales de Huayllay como un proceso dinámico, reflexivo y profundamente humano. Cada mañana, los estudiantes inician su jornada registrando en el Diario Digital de Emociones cómo se sienten, eligiendo un color o ícono que representa su estado emocional: alegría, tristeza, enojo, ansiedad o tranquilidad. En menos de un minuto, cada registro alimenta una base de datos que los tutores pueden visualizar en tiempo real desde su cuenta docente. Con esta información, los tutores identifican patrones emocionales —por ejemplo, un aumento de registros de ansiedad antes de exámenes o de enojo tras conflictos grupales— y planifican talleres y dinámicas diferenciadas de autorregulación, relajación o convivencia. En paralelo, se realizan círculos de diálogo donde los estudiantes comparten cómo se sienten y escuchan a sus compañeros, aprendiendo a reconocer la diversidad emocional de su entorno. El proyecto no se limita al registro digital: lo complementan sesiones de tutoría reflexiva, murales emocionales y actividades creativas donde los alumnos expresan lo que sienten mediante escritura o arte. Los docentes, por su parte, usan la información del sistema para ofrecer acompañamiento individual y coordinar con el área de convivencia escolar cuando detectan casos que requieren atención especial. Así, la innovación se convierte en un ecosistema emocional.
La innovación Mi Diario de Emociones” ha logrado propagarse de manera orgánica dentro de la I.E. Antonio Álvarez de Arenales gracias a los resultados visibles en el bienestar y la convivencia de los estudiantes. El uso del Diario de Emociones Digital despertó el interés de otros docentes, quienes comenzaron a incorporarlo en sus sesiones como una herramienta de reflexión emocional al inicio o cierre de las clases.
El equipo directivo reconoció su impacto y decidió institucionalizar la práctica incluyéndola en el Plan de Tutoría y Convivencia Escolar, garantizando su permanencia. Además, el proyecto fue compartido en reuniones pedagógicas y espacios de la UGEL Pasco, donde generó interés y solicitudes de réplica en otras instituciones del distrito de Huayllay.
Su difusión también ha sido impulsada por las familias, quienes notaron mejoras en la comunicación y autorregulación emocional de sus hijos. A través de redes sociales y presentaciones locales, el proyecto se consolidó como una experiencia educativa innovadora que combina tecnología, tutoría y desarrollo emocional, inspirando a más docentes a apostar por una educación centrada en la persona.
Durante el proceso de implementación, la innovación “Mi Diario de Emociones” fue mejorándose continuamente a partir de la retroalimentación de los propios estudiantes y tutores. Inicialmente, el sistema digital solo permitía registrar emociones básicas; sin embargo, se amplió para incluir nuevos íconos y colores que reflejaran una gama emocional más completa, como calma, frustración o gratitud. También se añadió un espacio opcional de comentario reflexivo, donde los estudiantes pueden escribir brevemente la causa de su emoción, fortaleciendo así su autoconciencia y habilidades comunicativas.
Además, se incorporaron estrategias gamificadas como insignias digitales, reconocimientos simbólicos y retos semanales para mantener la constancia y motivación en el registro. En paralelo, se desarrollaron talleres de acompañamiento diferenciados vinculados a las tendencias emocionales detectadas en la aplicación, lo que hizo más efectiva la intervención de los tutores. Estas modificaciones surgieron del compromiso institucional por convertir el Diario de Emociones en una herramienta cada vez más significativa, personalizada y sostenible para fortalecer la educación socioemocional en Huayllay.
Si deseas probar la innovación “Mi Diario de Emociones”, el proceso es sencillo y adaptable a cualquier institución educativa. En primer lugar, necesitas acceder al sistema digital —una plataforma sencilla que puede instalarse en computadoras, tablets o celulares— donde los estudiantes registran su emoción diaria mediante íconos y colores. Los tutores o docentes deben contar con una cuenta de monitoreo, desde la cual pueden visualizar los registros y generar reportes grupales o individuales.
Antes de iniciar, se recomienda realizar una breve sesión introductoria con los estudiantes para explicar el propósito del Diario y fomentar la confianza en el proceso. Luego, los docentes pueden definir un horario fijo para el registro diario (por ejemplo, al inicio de la jornada escolar) y programar talleres semanales o quincenales de reflexión y autorregulación emocional en base a los datos obtenidos.
Finalmente, es importante aplicar una rúbrica o cuestionario diagnóstico socioemocional antes y después del uso del Diario, a fin de medir el impacto del proyecto. Con estos pasos, cualquier escuela puede implementar la innovación, adaptarla a su realidad y comenzar a construir un clima escolar más empático, reflexivo y saludable.
Para habilitar una cuenta de estudiante de prueba, puede solicitarlo a: abel1702@gmail.com o llamar al nro +51927490580